¿Qué es la oxitocina?

¿Te suena un poco? ¿verdad? Pero seguro, que no sabes de qué se trata ni qué produce en nuestro cuerpo. En este post, te vamos a contar todas las verdades de esta hormona, y ya verás, que la vas a entender enseguida. ¡venga va!

Esta hormona, está muy relacionada con el comportamiento maternal, nuestros patrones sexuales y la intimidad con nuestra pareja. Te va sonando, ¿verdad? Algo muy importante, es que también nos ayuda a que nuestro cerebro sienta el cariño de las personas más cercanas, ya que, la oxitocina es el sinónimo del placer y afecto de los seres humanos. 

Además, a la hora de concebir vida, esta hormona es super protagonista, porque a lo largo del embarazo la oxitocina va liberando en pequeñas cantidades esta hormona. Incluso, cuando vamos a dar luz, durante el trabajo del parto, cuando se dilata el cuello del útero para dar a nuestra vida un milagro, se induce la liberación de grandes cantidades de oxitocina. 

Ya te va sonando todo esto, ¿verdad? Bueno, pues sigue leyendo porque te vamos a descubrir nuevos secretos.

¿Qué es la oxitocina?

Esto te va a sonar bastante científico, pero no te preocupes, porque lo vas a entender enseguida. La oxitocina, es una clase de medicamentos llamados hormonas oxitócicas. Es decir, es la empleada que hace mejorar las contracciones durante el parto, y de tal manera, nos reducirá posteriormente el sangrado.  Es el fármaco más recetado para provocar la inducción o conducción del trabajo del parto. 

¡Te va a sonar raro! Pero, es una hormona super natural que se sintetiza en el hipotálamo, estimula la musculatura lisa del miometrio uterino, lo que hace que, aumente la intensidad, duración y frecuencia de las contracciones durante el parto. 

Ahora, la tecnología ha avanzado bastante, y nos encontramos con una oxitocina sintética, la cual, cumple la misma función que la hormona natural, nos hace recrear las contracciones espontáneas del parto normal. 

¿Para qué sirve la oxitocina en nuestro cuerpo?

La oxitocina nos va a ayudar a disminuir la actividad de nuestro sistema nervioso simpático, es decir, nos reduce los efectos de la baja tensión arterial, ritmo cardíaco, bienestar y en especial, la relajación. 

¡Super curioso! Es la encargada de controlar nuestras emociones y comportamientos sociales como el amor, memoria, rabia y al mismo tiempo, nos va a promover un gran margen de resistencia al dolor y un descenso de los niveles de ansiedad.

Y como ya hemos visto, esta hormona la podemos producir de manera natural, pero, si no la producimos lo suficiente ¡no te preocupes! Porque la hormona sintética se puede inyectar por vía muscular o intravenosa, están compuestas químicamente con la misma fórmula, por lo que nos proporcionará lo mismo que la oxitocina natural. 

¿Cómo usar la oxitocina?

Como bien hemos leído, el objetivo principal de esta hormona es la estimulación de las contracciones del útero durante el parto.  Sin embargo, muchas veces, se utiliza para acelerar el parto, cuando las contracciones no consiguen dilatar lo suficiente y puede provocar un problema tanto para el bebé como para la madre. 

¿Cómo trabaja la oxitocina durante el parto?

Gracias a sus funciones neuromoduladores y fisiológicas, influye muchísimo en el proceso del parto. Su efecto es tan poderoso y grande, que muchos estudios han llegado a la conclusión, que provoca el mismo efecto que el alcohol en nuestros receptores cerebrales.  De esta manera, los dolores tan grandes del parto, se quedan bastante minimizados. 

La oxitocina sintética, puede ser utilizada para inducir el parto, siempre y cuando, lo decida el médico que lo asista.  Su papel es ayudar en la dilatación del cérvix uterino durante el principio del parto. Esta dilatación se provoca, para poder ayudar a que nazca el bebé de manera segura, ya que hace dilatar en el tiempo oportuno y adecuado. 

¡Pero atenta! La oxitocina no se inyecta así porque sí, sino que, se utiliza en mujeres que por causas médicas necesiten ayuda para parir.

¿La oxitocina sirve para el postparto?

Sí, de manera que previene las hemorragias del posparto. Es decir, disminuye el sangrado excesivo que se presenta las 24h después de parir. 

¿La oxitocina durante la lactancia?

Durante la lactancia, vamos a generar oxitocina, en especial en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé. Además, también podemos producirle esta hormona del amor a nuestros hijos, ya que se produce cuando lo acariciamos, en el momento del baño o con masajes.

¿Cómo actúa la oxitocina en la intimidad?

Durante al acto sexual, vamos liberando oxitocina, que actúa directamente sobre los sistemas de nuestro cerebro, sistemas, que estás estrechamente relacionados con el refuerzo positivo, vamos a ser claras, con el placer, lo que hace que incremente la complicidad, afecto y la confianza en nuestra pareja.

¡Así que chicas, ya sabéis! Tener un contacto más físico y sexual con tu pareja, estrechará y fortalecerá muchísimo los lazos de la relación. 

¿Qué efectos tiene la oxitocina?

A modo resumen, hemos visto que la oxitocina es la responsable de:

  • Vernos más llamativos ante los ojos de nuestra pareja.
  • Generará sensación de placer.
  • Fortalece las relaciones de pareja.
  • Nos facilita la labor del parto.
  • ¡Nos hace estar felices!

¿Qué os ha parecido? ¿A qué no sabías todo esto sobre la oxitocina? Pues de manera natural, la generamos nosotras mismas, pero ¿cómo?

A continuación, y, para terminar, desde Farma13, te dejamos 7 consejos para que la generes:

1.Contacto físico, desencadena un sistema de recompensas excepcional cada vez que establecemos contacto físico con alguien significativo.

2. Cumplidos, cuando alguien nos hace un cumplido, nos anima o nos consuela, nos hace sentir bien, encontramos la calma y el bienestar.

3.Esuchar a los demás, es una forma increíble de aumentar la oxitocina. 

4.Meditación, relajar el cuerpo y la mente, hace que reduzca el estrés. 

5. Ejercicio, aumentan las endorfinas y también la oxitocina. 

6. Llorar, el llanto actúa como liberador de nuestras emociones, además, disminuye el estrés y el cortisol. 

7.Ser generoso, el hacer sentir bien a los demás, también nos provoca oxitocina. 

Pues eso chicas, ¡A ser felices y a comer perdices!
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