Beneficios de los aplicadores frío – calor
En ocasiones sufrimos de golpes, dolores o molestias que con los beneficios de los aplicadores frío – calor se alivian. Pero sinceramente, ¿se sabe exactamente cuándo usar frío y cuándo usar calor? Porque a veces pensamos que aplicando frío o calor, el dolor se calma, pero muchas veces nos confundimos.
Para aliviar los dolores, no todo son cremas, pomadas, pastillas o visitas al médico. En Farma13, contamos con aplicadores frío – calor, que serán de gran ayuda para atravesar una fase de dolor. Y desde aquí, te enseñaremos a usarlos correctamente.
¿Qué son los aplicadores de frío y calor?
Los aplicadores de frío – calor, son sprays, pomadas o bolsas de gel, destinados a aliviar los dolores a través de la terapia del cambio de temperatura. Se aplican de forma externa, cubriendo la zona afectada que duele. Suelen actuar de forma inmediata.
Las pomadas y sprays, contienen agentes que penetran directamente en la piel, absorbiéndose a través de ella. Estos mismos agentes, generan calor o frío, depende de cuáles son sus propiedades. Las bolsas de gel, son aplicadores de frío – calor que también se usan de forma externa, pero esta vez la piel no lo absorbe. Sino que se queda su actuación en la superficie.
Gracias a la actuación de la temperatura, el dolor queda controlado y aliviado.
¿Cuándo aplicar calor?
Estos aplicadores de frío – calor son ideales para poder controlar los dolores. Pero en muchas ocasiones, no sabemos si debemos acudir al frío o al calor. En este caso, el calor se emplea en dolores recurrentes o crónicos.
Gracias a los parches de calor, se aumenta el flujo sanguíneo, consiguiendo así el transporte de oxígeno y nutrientes a la zona afectada. De esta manera, se calman los músculos y las articulaciones, se reduce la presión y el dolor desaparece.
Dolor muscular
Uno de los dolores más recurrentes y que necesita calor es en la zona lumbar. Para ello, necesitas unos parches de calor para la zona lumbar. Su diseño, permite que se adapte a la perfección a la zona afectada.
Y si no se trata de las lumbares, puedes usar parches rectangulares de calor que puedes colocar en cualquier parte de tu cuerpo, que en esos momentos está sufriendo. O si lo prefieres, puedes usar unos parches de calor más pequeños, si no se trata de una zona muy amplia.
Preparación del cuerpo para la actividad
Si somos personas muy activas, pero nuestro cuerpo no siempre está preparado para ello, necesitas un gel de calor que te active. Este gel, proporciona calor a los músculos, para despertarlos, calentarlos y tenerlos listos para la actividad.
Y cuando termines de entrenar o de trabajar y sientas que tus músculos están algo entumecidos, puedes usar una crema para la recuperación muscular con árnica. Un componente natural que ayudará a aportar calor a la zona afectada.
Cannabis para entrar en calor
Una de las cremas más novedosas del mercado es la crema de cannabis. Sus componentes naturales, sin psicoactivos, permiten subir la temperatura muscular y articular en poco tiempo y así, mejorar su estado.
¿Y cuándo aplicar frío?
Si ves que el calor no te está funcionando, puede que lo que necesite tu cuerpo es frío. El frío, está indicado para lesiones nuevas o golpes repentinos. Gracias a la acción del frío, se consigue evitar la inflamación, evitar que la piel se rompa y que el dolor se alivie.
Eliminar el dolor repentino por golpes
Especialmente en niños o personas que se mueven entre muchos trastos, los golpes están asegurados. Con una crema de frío en roll on, solo tienes que aplicar un poco, con un suave masaje y podrás controlar la inflamación y el dolor.
Evitar la inflamación de articulaciones
Si tus articulaciones han quedado resentidas por un aumento de la humedad repentina o te has dado un golpe, usa un spray frío para ellas. Aplícalo directamente a las articulaciones que sufren y siente como se desinflama y el dolor se alivia.
Hidrogel frío para bajar la temperatura
Y en casos más extremos, cuando has tenido una contusión leve o moderada, usa un parche de frío. Gracias a su acción, el dolor no llegará a los tejidos más internos. Este tipo de parches, tienes que usarlos con una tela fina de por medio, para evitar quemaduras provocadas por el frío.
Packs de frío y calor
En caso de que no sepas muy bien si usar el frío o calor o simplemente, necesitas las dos, lo que necesitas es el pack de frío y calor. Son unas bolsas de gel, que se aplican directamente en la piel, por contacto y ayudan a aliviar el dolor.
No actúan como las pomadas o las cremas, ya que solo aplican la temperatura por contacto y no se absorbe en la piel. Son muy útiles porque podrás usarlos para ambas necesidades.
Para usarlo en frío, solo tienes que poner la bolsa de gel en el congelador. No te preocupes, no se pondrá duro como una piedra. Su composición, evita que llegue al estado sólido total. Seguirá estando maleable, pero frío, para que puedas colocarlo donde quieras. También puedes usarlo para el calor. Solo tienes que meterlo en el microondas unos minutos y podrás conseguir una bolsa caliente, lista para utilizar.
Ahora que ya sabes cuándo tienes que aplicar el frío y cuándo aplicar calor, solo tienes que hacerte con los aplicadores de frío – calor. Puedes escoger solo uno o si prefieres el combinado de temperaturas. Escoge el que más te convenga y no dejes que el dolor te paralice.
