LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA HIDRATACIÓN EN VERANO?

Lo cierto es que no sólo es importante la hidratación en verano, también es muy importante hidratarse en invierno.

En verano hace calor, sudamos, por ello es fácil sentir sed y beber líquidos más a menudo para mantener la hidratación.

Sin embargo, en invierno con el frío, también se pierden líquidos en cantidades similares, aunque no nos de esa sensación, por ello también es importante mantener una correcta hidratación.

Vemos pues la importancia de la hidratación tanto en verano como en invierno, porque el cuerpo se somete a temperaturas extremas, y una hidratación óptima es fundamental para regular nuestra temperatura corporal.

Nuestro cuerpo es un 60% de agua, repartida en el interior de las células y en el medio extracelular. Esta agua, forma parte de nuestra sangre y de otros líquidos de nuestro organismo como las lágrimas, la saliva y el sudor.

Cuando hay sed, ya hay deshidratación, por ello es importante mantener una correcta hidratación bebiendo agua, aunque no tengas sed.

Esto es muy importante, porque cuando el cuerpo está deshidratado, el nivel de agua que tiene la sangre se ve disminuido, complicando la circulación sanguínea y como consecuencia aportando menos cantidad de nutrientes a nuestros órganos y músculos.

Esta disminución de nutrientes en la deshidratación implica una disminución de oxígeno, y este es necesario para sobrevivir, por ello es tan importante hidratarse.

El agua también aporta muchas sales minerales esenciales para esa hidratación.

Según el observatorio de hidratación y salud, una persona es capaz de sobrevivir tres semanas sin alimentos, pero únicamente tres días sin ingerir líquidos.

FUNCIONES DEL AGUA EN EL ORGANISMO

El agua tiene funciones fundamentales en nuestro organismo:

• Distribuye los nutrientes esenciales a todos los órganos, como los minerales, las vitaminas o la glucosa.
• Elimina todas las sustancias de desecho y las toxinas que producen nuestros órganos.
• Interviene en la digestión, facilitándola.
• Lubrica las articulaciones.
• Regula la temperatura corporal.
• Está presente en la sangre, pues el plasma es un 90% agua. Además, facilita el riego sanguíneo.
• Evita que se sequen las membranas mucosas.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MANTENER UNA BUENA HIDRATACIÓN

• Consume frutas y verduras en suficiente cantidad.
• Si eres deportista y practicas deportes que implican mucha sudoración, rehidrátate con bebidas isotónicas, para reponer agua y electrolitos.
• Trata de consumir agua entre horas y en las comidas.
• No esperes a tener sed para beber.
• Controla el consumo de refrescos, las bebidas azucaradas o con un exceso de edulcorantes podrían suponer otro tipo de problemas.
• Vigila que los niños y los ancianos beban.

BENEFICIOS DE HIDRATARSE

• Mejora las defensas, pues ayuda a curar los resfriados y los virus, al detoxificar el organismo.
• También mejora el estado de ánimo, porque genera sensación de bienestar cuando bebes.
• Muchas veces combate dolores de cabeza y de espalda, pues muchas veces estos dolores son consecuencia de la deshidratación.
• Ayuda en la pérdida de peso, porque el agua no tiene calorías por mucha que bebas, además de crear sensación de saciedad durante un tiempo.
• Previene frente a algunos tipos de cáncer como el de riñón, vejiga o colon, ya que garantiza el correcto funcionamiento de estos sistemas.
• Alivia la fatiga, ya que, si el cuerpo no está correctamente hidratado, el corazón no tendrá suficiente sangre para transportar a los tejidos, necesitará bombear más rápido para lograr que todo el oxígeno de esa poca sangre llegue a los tejidos.
• Combate las arrugas y el envejecimiento prematuro de la piel, el agua repone los tejidos cutáneos, aumentando su elasticidad.
• Mejora el rendimiento intelectual, ya que el cerebro está constituido principalmente por agua.
• Mejora la resistencia de los ligamentos en el deporte.

CANTIDAD DE AGUA DIARIA RECOMENDADA

Nuestro cuerpo pierde aproximadamente una media de 2 – 2,5 litros de agua al día, acompañada de una pérdida de sodio, potasio, calcio y flúor, entre otros.

Es cierto que el cuerpo humano es muy sabio, y trata de reponer esa pérdida de agua trasladando el agua de dentro de nuestras células a la sangre. Por ello hay que mantener una buena hidratación, para reponer esa agua sanguínea.

La cantidad de agua que se recomienda ingerir al día para mantener una hidratación adecuada varía en función de la persona, su edad, su alimentación, su nivel de actividad y el ambiente.

Aunque no es fácil establecer unos valores concretos, la EFSA (European Food Safety Authority) recomienda que:

• Los niños deben beber durante todo el día, a poquitos, son los que más riesgo tienen de sufrir deshidratación porque su sistema inmunitario se está desarrollando, y son más susceptibles a sufrir diarrea y vómitos.
• Los ancianos también presentan más riesgo de sufrir deshidratación, porque tienen menor percepción de la sed, además sus órganos no funcionan igual, o quizás sufren alguna patología que les afecta a nivel de la hidratación)
• Los adultos entre 20 – 70 años deben consumir entre 2 -2,5 litros de agua al día, y si hacen algún tipo de deporte, su hidratación dependerá de la pérdida de agua que dicho deporte conlleve.
• Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia también deben mantener una buena hidratación, los requerimientos tanto de la madre como del bebé se amplifican. En el tercer trimestre de embarazo, el agua es el 94% de peso total del bebé. La EFSA recomienda añadir 300 ml a la ingesta total recomendada en mujeres de 2 litros.