¡MUEVE TU CORAZÓN, MUEVE TU CUERPO!

 

Hemos estado hablando a través de diferentes artículos, de la importancia de cuidar cuerpo y mente. Hemos ido explicando cómo hacer una dieta y que lo fundamental de la dieta, no es la pérdida de peso en sí, sino aprender a cuidarse, aprender a alimentarse, y hacer nuestros unos hábitos saludables de vida. Siguiendo en esta línea vamos a hablar de la importancia de cuidar nuestro corazón a través de la realización de ejercicio.

Para avanzarnos a esta situación vamos a incidir en el concepto de realizar ejercicio físico. Cuando hablamos de ejercicio físico no estamos refiriéndonos a la necesidad de apuntarse al gimnasio y realizar una intensa clase de spinning, no. Estamos refiriéndonos en este post a todos los grupos de edades, por lo tanto, ejercicio significa abandonar nuestra vida sedentaria.

Dentro de nuestros nuevos hábitos destacamos el ejercicio, y como mencionamos anteriormente realizar ejercicio es introducir en nuestra rutina diaria 30 minutos de ejercicio diario.

No nos sirven las excusas de no tengo tiempo. El tiempo lo sacaremos si introducimos el ejercicio en nuestra rutina diaria.

 

 

 

¿Por qué el movimiento de nuestro cuerpo es importante?

Mover nuestro cuerpo y corazón nos ayuda a mantener estable el funcionamiento del organismo, no ralentizar el metabolismo y mantener el sistema muscular. Además, se facilita la pérdida de peso si somos capaces de hacer en el mismo momento dieta y ejercicio. Esta es la combinación ganadora que nos llevará a conseguir alcanzar nuestro objetivo de una forma más rápida, pero sobre todo duradera en el tiempo.

Esta combinación nos permitirá estar más contentos, porque aparte de conseguir perder peso y ganar masa muscular, al mover nuestro corazón y nuestro cuerpo liberamos endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad y esto nos facilita seguir motivados y lograr ese cambio de hábitos y rutinas que harán que pasemos de obligarnos a hacer ejercicio a necesitar y disfrutar haciendo ejercicio.

¿Por qué hay ejercicio para cada tipo de edad?

Como en cada proyecto nuevo que comenzamos debemos planificar nuestro camino para llegar a conseguir nuestro objetivo así que:

1.- Pensaremos según nuestro carácter que tipo de ejercicio nos pueda sentar bien. Podremos realizarlo al aire libre (pasear, correr, nadar en el mar, patinar, etc.) o en un gimnasio.

2.- Pensaremos si nos gustaría realizar un ejercicio individual o por el contrario nos gustaría realizar algún tipo de deporte en compañía, en grupo.

3.- Pensaremos en que horario podríamos realizar el ejercicio, es muy importante al principio tener un tiempo establecido que se vaya a dedicar al ejercicio, por ejemplo, lunes, miércoles y viernes de 15 a 16 horas, establecer días concretos a horas concretas. Recordar que queremos incorporarlo a nuestra rutina, por lo tanto, no podrá ser un horario al azar, debemos reservarnos un espacio temporal diariamente para la práctica de ejercicio físico.

Beneficios de hacer ejercicio:

Una vez hayamos establecido los puntos básicos de nuestra rutina, ATAQUEMOS, vamos a por ello. Seguramente nos costará empezar mucho, pero una vez empecemos a realizar ejercicio, el cuerpo nos pedirá seguir haciendo más, porque:

  • Porque gracias al ejercicio, evitamos el riesgo de desarrollar algunas enfermedades: obesidad, diabetes, hipertensión.
  • Porque al realizar ejercicio, el cuerpo libera endorfinas que hacen que nos sintamos bien. Men sano in corpore sano.
  • Porque el ejercicio ayuda a envejecer bien. Un cuerpo

Plantéatelo como un reto, con el que incluso te puedes poner objetivos a corto plazo con premios que te motiven a seguir realizando ejercicio.

Tips para empezar a moverte más:

Además del ejercicio que hayamos diseñado para nosotros, os damos unos pequeños consejos para introducir en el día a día que nos ayudaran a realizar ejercicio sin darnos cuenta:

1.- Olvídate del ascensor, a partir de mañana no volveré a subir por el ascensor. Las escaleras serán mis aliadas, de esta manera estaremos realizando un ejercicio de cardio estupendo. Verás como la primera semana es muy duro pero poco a poco verás que no te cuesta tanto. Si vives en un piso muy alto podríamos empezar subiendo dos pisos la primera semana, la segunda semana subiendo 3 y así sucesivamente, hasta que abandonemos el ascensor por completo.

2.- Evita coger medios de transporte, y comienza a acudir a los sitios (trabajos, cole de los niños, quedada con amigos, etc…) andando. Si está muy lejos, se puede empezar a bajar del autobús una parada antes de la llegada, y así ir bajando cada semana una semana antes.

3.- Podemos aprovecharnos de los momentos de juegos con los niños para ejercitarnos con ellos. Nunca es tarde para aprender a patinar con ellos.

4.- La bajada al supermercado también puede ser otro momento importante para incorporar en nuestra rutina. Podemos organizarnos la compra de la semana de manera que podamos combinar dos tipos de ejercicio, cardio (bajando andando) y algo de pesas (al transportar las bolsas).

5.- Durante las vacaciones de verano, podemos aprovechar para nadar en la playa o en la piscina, y cada vez que nos bañemos debemos hacer 4 largos.

6.- Si quedamos con nuestras amigas para tomar un café, podemos establecer con ellas que primero debemos andar 30 minutos y después podemos parar en la cafetería.

Tendremos que evaluar si el deporte que hemos elegido nos produce la satisfacción deseada, solamente así lograremos mantenerlo en el tiempo. Acordaros que, igual que aprendimos a comer, deberemos aprender a realizar nuestro deporte, aquel ejercicio que nos apetezca hacer y que no se convierta en una obligación, sino abandonaremos nuestros propósitos.

Al final consiste en introducir todas las cosas que vamos haciendo en el día a día, que no son pocas, pero utilizarlas para hacer ejercicio.

Aquí os hemos dejado nuestros pequeños consejos para mover nuestro corazón y mover nuestro cuerpo, pequeños pasos para nosotros, un gran paso para nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra salud.
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