Mi bebé se sobresalta cuando duerme ¿es bueno?

¡¡ Ya he dado a luz!! Somos papás!!!

Ha sido precioso, aunque no he sentido todo lo que me han ido contando, he sentido otras cosas diferentes, aunque me ha ayudado un montón tener toda la información porque he estado tranquila en todo el proceso del parto.

Perfecto, has vivido TU parto, TU bebé ya está aquí.

Siempre explicamos cuando a bebés se refiere que cada persona es un mundo y que no a todas nos ocurren las mismas cosas y de los mismos modos, pero que es importante tener mucha información que nos ayuda a decidir y disfrutar las cosas con más tranquilidad.

ya tienes a tu bebé en tus brazos y aunque, nos cuesta unos días conocerlo a fondo, no te preocupes porque ese momento llegará y mirándole a sus ojitos sabrás que necesita.

¡Lo vas a hacer fenomenal!

Llegamos a casa, me relajo, ya pasó todo, ahora solamente queda acoplarnos a la nueva situación poco a poco y empezar una vida de aprendizaje junto al nuevo miembro de la familia.

Principales preocupaciones

Como padres, es normal preocuparnos por el bienestar de nuestros pequeños, especialmente si de sueño se trata.

Sabemos que mientras duermen bien y disfrutan de un sueño reparador están creciendo y potenciando habilidades que aprenden en el día, sin embargo, a veces nos alarmamos cuando vemos en ellos esos sobresaltos.

Si bien es común que ocurran, es clave que sepamos diferenciar cuándo debemos preocuparnos.

En principio los recién nacidos e infantes en los primeros meses de vida, presentan estos movimientos involuntarios o espasmos, que son completamente normales. A esto se le llama Reflejos de Moro en honor al pediatra austríaco que los descubrió, Ernst Moro. Suelen desaparecer entre el tercer y cuarto mes de vida del bebé.

Los pediatras se encargan de evidenciar esto en las primeras consultas.

¿Cómo son estos reflejos?

El bebé se sobresalta al sentir que pierde apoyo o al cambiarse de posición de manera brusca, así que mueve las manos, tensa hombros y espalda, abre los ojitos como asustado, pudiendo romper a llorar en algunos casos. Sus manitas y dedos comienzan a moverse -abriendo y cerrando los puños-, retrae los brazos hacia el cuerpo, pega los codos, hasta que empieza a calmarse.

Debemos entender que el bebé pasa de estar en el seno materno, en una temperatura moderada, con poco espacio, poco ruido, escuchando la voz de la madre constantemente, con poca luz, TRANQUILO Y PROTEGIDO, a un ambiente con mucha luz, temperatura variable, espacio amplio, mucho ruido en el que tiene que aprender a vivir, de ahí que muchas veces se asusten y lo manifiesten con sobresaltos e incluso con el llanto.

En los primeros meses de vida, notar estos reflejos es clave para descartar algún daño neuronal o en médula espinal del bebé, podría indicar también alguna lesión o fractura en la clavícula. La presencia de este reflejo indica que nuestro bebé está perfectamente sano y su desarrollo es normal.

Pero no son los únicos reflejos que los bebés muestran.

En líneas generales estos sobresaltos se caracterizan por ser rítmicos, se repiten de la misma manera, afectan comúnmente partes de su cuerpo como cabeza, tronco o extremidades. No duran más de veinte segundos y obedecen a la poca madurez muscular que tienen los bebés.

Solemos dividirlos en cuatro movimientos básicos:

  • Head banging:
    el bebé golpea la almohada o el colchón con la cabecita, bien sea de lado, con la frentecita o la nuca.
  • Head rolling:
    mueve la cabecita hacia los lados.
  • Bodyrolling:
    mueve su cuerpito a todos lados. Se rueda en el colchoncito o la cama.
  • Bodyrocking:
    el bebito se duerme moviendo su cuerpito, mientras se mece por sí mismo.

Las razones para que esto ocurra son variadas, desde imitar los gestos de sus padres al mecerlo o acunarlo, hasta espasmos que el bebé realiza para relajarse o calmarse.

Sin embargo, hay que saber diferenciarlos de ataques epilépticos o convulsiones, estos últimos se mantienen aun cuando el bebé está despierto, los espasmos de sueño cesan al despertar al bebé.

Si tienes alguna duda lo mejor es grabar el sueño de tu bebé y enviárselo al pediatra, él sabrá aconsejarte y brindarte la calma que necesitas. Observar será la mejor manera de entender qué ocurre.

Consejos para evitarlos

A continuación, algunas cosas que podrías realizar para proteger el sueño de tu bebito:

  • Los abrazos de papá y mamá son el lugar más seguro del mundo para nuestro bebé, ¿quién no ha querido parar el tiempo en ese instante?
  • Compra una cuna que no sea muy grande en los primeros meses de vida, para que el bebé no sienta un espacio muy grande a su alrededor, en estos primeros meses la minicuna o moisés al lado de la cama de los padres sería la mejor solución. Recuerda que hay unos cojincitos reductores que pueden poner al bebé para que no se dé la vuelta y lo protejan. En las primeras semanas les ofrecen protección porque les da la sensación que alguien los abraza.
  • Procura un ambiente tenue, sin ruidos, tranquilo, con temperatura templada, que proporcione tranquilidad al bebé.
  • Mueve al bebé con delicadeza, sin rapidez para no asustarlo.
  • Procura que la superficie de la cabecera de la cama esté acolchonadita y proteja la cabeza de tu hijo si se golpea.
  • Alejar la cama de paredes o superficies muy duras. Evita bordes filosos.

En resumen, los espasmos mientras duermen son normales, aunque debemos vigilar que no sean más agudos de lo normal, en cualquier caso hay que consultar al pediatra. Desaparecerás a los 3 o 4 meses de vida del bebé.

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